jueves, 4 de marzo de 2010

Madres y abuelas de la Plaza de Mayo.



El reencuentro 101 de las Abuelas de Plaza de Mayo
Un padre conoce a su hijo 32 años después de que éste desapareciese durante la dictadura militar argentina

ALEJANDRO REBOSSIO | Buenos Aires 24/02/2010
Reencuentro después de 32 años.

Francisco Madariaga Quintela hoy junto a su verdadero padre Abel Pedro Madariaga durante una conferencia de prensa- AP

Abel Madariaga sólo había visto a su hijo Francisco dentro del vientre de su pareja, Silvia Quintela, una médica militante de la Juventud Peronista que a los cuatro meses de embarazo, durante la última dictadura militar de Argentina (1976-1983), desapareció. Ayer, Abel y Francisco dieron una conferencia de prensa para contar que se buscaron y se encontraron 32 años después del secuestro. "Nos fundimos en un abrazo de padre e hijo como si hubiéramos estados separados un año", relató Abel en referencia al reencuentro, el primero cara a cara.

Con el caso de Francisco Madariaga Quintela ya son 101 los hijos de detenidas desaparecidas durante el régimen que recuperaron su identidad. Todavía falta por resolver el destino de otros 300 bebés que nacieron en campos de detención ilegal y tortura de la dictadura y que fueron entregados en adopción a militares, policías y otras familias, pero no a las suyas porque las autoridades las consideraban criaderos de "subversivos". La tarea de búsqueda de aquellos niños, ahora jóvenes adultos, fue emprendida por las Abuelas de Plaza de Mayo.

"Fueron 32 años de angustia, de vivir mucha violencia y maltratos. Ha sido una historia oscura...", relató ayer Francisco Madariaga Quintela, que confesó que había vivido "como un fantasma", con "un vacío inexplicable". Pero su presente contrasta con aquel pasado: "Tener identidad es lo más lindo que hay. Es hermosa la vivencia de encontrar algo tuyo y algo [de lo] que me habían privado 32 años, de la verdad", añadió Francisco.

Abrazado a él, su padre recordó lo que sintió cuando se reencontraron: "Se me llenó el alma de alegría y sentí la mayor felicidad de mi vida".

Silvia Quintela caminaba la mañana del 17 de enero de 1977 la rodearon y militares vestidos de civil se la llevaron al centro de detención clandestino del regimiento de Campo de Mayo, en las afueras de la capital.Silvia Quintela, que sigue desaparecida, parió en el Hospital Militar de Campo de Mayo y su bebé fue a parar a manos de un actual capitán retirado del Ejército.

No hay comentarios:

Publicar un comentario